"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
15º aniversario del CERMI
Haciendo historia
Por Rafael de Lorenzo García
Allá por la década de los 80, que yo recuerde, ya se desarrollaban reuniones de una mesa llamada CERMI, que formaban representantes de diferentes organizaciones de la discapacidad, en la sede central de FEAPS, bajo el impulso principal de Paulino Azúa, a las que asistía el secretario general del Real Patronato de la Discapacidad y en las que se abordaban cuestiones de interés para el sector respecto de las que dicho responsable público les facilitaba información.
Fue en 1993 cuando retomamos desde la ONCE, a través de su Fundación, el ambicioso objetivo de intentar articular sólidamente al sector de la discapacidad. Se dio inicio a una nueva epata en la que se asentaron bases firmes que arrojaron frutos importantes, ya en aquellos primeros años, de gran complejidad dada la enorme desvertebración de este movimiento asociativo; y se posibilitó que, tras la consecución de un clima de mayor confianza y colaboración se llegara, en 1997, a la constitución formal, como asociación, del CERMI.
"La clave de bóveda fue la generación de confianza y el convencimiento de que, sólo desde la unidad de acción y una estrategia común, se podría avanzar hacia el futuro con mayores posibilidades"
Ahora que se celebra el Quince Aniversario, debemos subrayar de su constitución formal, ya que su inicio real fue en 1993, hay que poner en valor algunos hechos y comportamientos que marcaron un rumbo, mejorado e intensificado en este último periodo. La clave de bóveda, en mi opinión, fue la generación de confianza y el convencimiento de que, sólo desde la unidad de acción y una estrategia común, se podría avanzar hacia el futuro con mayores posibilidades de cambiar aquella negativa situación, y el principal logro que aglutinó a las seis organizaciones fundadoras del CERMI fue el primer Plan de Formación y Empleo de Personas con Discapacidad. Resultó ciertamente arduo el llegar a compartir un documento común y el método seguido fue determinante.
En efecto, concurrían diversas y contrapuestas posiciones: las que defendían a ultranza el empleo protegido; las que lo rechazaban por creer sólo en el empleo ordinario... etc. El acuerdo se logró por integración de todas las vías y posiciones. Si el objetivo común era mejorar el empleo de las personas con discapacidad, no era razonable descartar ninguna vía ni mecanismo para conseguirlo. De este modo, el citado Plan incorporó, como válidas, todas las vías y modalidades que permitieran la consecución de esta meta. Aquél Plan no sólo sirvió para cohesionar el CERMI, sino que produjo efectos externos muy relevantes.
"El Informe sobre la Situación del Empleo de las Personas con Discapacidad y Propuestas para su Reactivación, se ha erigido como el gran referente del cambio de las políticas en esta materia"
Por una parte, se presentó en el Consejo Económico y Social del Estado, en el que el 20 de abril de 1994 tuve el honor de comparecer ante el Pleno, como secretario general del CERMI en representación de éste, lo que permitió que el CES acabara aprobando, el 26 de octubre de 1995, el Informe sobre la Situación del Empleo de las Personas con Discapacidad y Propuestas para su Reactivación, que se ha erigido como el gran referente del cambio de las políticas en esta materia; e incluso, comportó un giro copernicano en las estrategias de las diferentes organizaciones de la discapacidad, que evolucionaron desde planteamientos casi exclusivos de políticas pasivas hacia enfoques más abiertos y dinámicos de las políticas activas.
Por otra parte, y con base en dichos trabajos, el CERMI negoció y pactó con el Gobierno y en concreto con el ministro de Trabajo, Javier Arenas, la aprobación del primer Plan español en esta materia en 1997, que tuvo su proyección, debido al impulso del ministro y del secretario general de Empleo, Manuel Pimentel, en el seno de la Unión Europea, al conseguir que en la Cumbre de Luxemburgo, en noviembre de 1997, se incluyera al colectivo de personas con discapacidad en la nueva Estrategia Europea de Empleo, que ha venido desarrollándose, con distintas metodologías, hasta esta época.
Este es un botón de muestra, sin duda el más importante, de las conquistas y avances del CERMI en esta primera etapa de preinstitucionalización; aunque, quiero insistir, en que el avance más cualitativo fue el de la confianza entre las organizaciones y la certeza de que sólo trabajando unidos se podría progresar decisivamente, como así lo ha demostrado la realizad ulterior.
"El CERMI ha enarbolado una bandera pionera en cuanto a la cohesión y capacidad de influencia institucional desde el sector de la discapacidad que, de algún modo, ha sido el hito de referencia para el Tercer Sector Social"
El CERMI hizo historia con su nacimiento y consolidación inicial y ha continuado haciéndola en estos quince años de funcionamiento formal. El CERMI ha aportado a la sociedad española dos contribuciones muy relevantes. Por un lado, el sector de la discapacidad se ha erigido como un modelo de referencia de articulación de la sociedad civil, dando permanentemente pruebas de solidaridad interna y desplegando una acción institucional sin precedentes en la historia social de nuestro país y, probablemente, en la historia de los movimientos asociativos europeos. La transformación de la realidad ha sido colosal en estos últimos años, ya sea a través de una ingente acción de mejora del ordenamiento jurídico, con gran calado cualitativo; de profundización de la participación y el diálogo civil; de influencia directa ante los distintos poderes del Estado y los líderes sociales y económicos; el despliegue de multitud de mecanismos operativos y el incremento notable de los recursos y dotaciones presupuestarias de las administraciones públicas, en su conjunto. Pero además, y de otro lado, el CERMI ha enarbolado una bandera pionera en cuanto a la cohesión y capacidad de influencia institucional desde el sector de la discapacidad que, de algún modo, ha sido el hito de referencia para el Tercer Sector Social, que ha constatado que la unidad de acción se constituye como camino crítico para poder defender, de manera más eficiente y con proyección de futuro, el Estado social, los derechos sociales y a los colectivos de personas con mayores necesidades de protección y de integración.
Así pues, este Aniversario, decimoquinto o decimonoveno, es indiferente, tiene que servirnos para tomar conciencia del enorme valor de la unidad y el gran bagaje histórico de frutos acumulados ha de servir de catapulta de la ilusión, el esfuerzo en común, el rigor y la profesionalidad en el trabajo y el espíritu permanente de lucha, puestos al servicio de las personas con discapacidad y, por extensión, de todas las personas en situación de necesidad social, que es la única razón que le da sentido a nuestro compromiso personal y valor añadido al trabajo colectivo.